VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

jueves, 13 de noviembre de 2008

El día de ayer 12 de noviembre se celebro en todo el país el día del cartero




El día de ayer 12 de noviembre se celebro en todo el país el día del cartero , una de las festividades mas arraigadas en nuestra sociedad y fecha propicia para reconocer el trabajo de estos servidores públicos tanto o mas apreciados que los mismos bomberos. La modernización del transporte y sobre todo los avances tecnológicos en la telefonía, computación y las telecomunicaciones han propiciado el detrimento de ciertos servicios que tradicionalmente ofrecían el correo en nuestro país. Inicio de esta columna damos cuenta de una semblanza del servicio postal de México, gracias a la colaboración del personal de la oficina correspondiente al municipio y región. Inminentemente social, el servido prestado por quienes comúnmente conocemos como carteros, nos permiten que sean estos quienes mas contactos tienen con la ciudadanía, pues quien no ha recibido una buena nueva, una triste noticia o una respuesta amorosa a través de una carta. Nacido en Ayotlan, Jal. Un 24 de junio de 1917, en plena revolución mexicana y en los albores del establecimiento ya de manera formal del correo en México, al inicio se da cuenta de que precisamente en este año se realiza el primer envió postal por vía aérea. Don Jesús León Patiño, es en la actualidad, en nuestra ciudad el decano de los carteros (jubilado), retirado del servicio en 1980 y con 34 años como cartero, Don Chuche, como cariñosamente le conocían los vecinos a quienes les entregaba día a día la correspondencia, nos contó que su ingreso al correo fue en 1946. Padre de 12 hijos (no todos le viven en la actualidad), uno de ellos Ramón, en un tiempo también fue cartero vive a lado de su esposa con modestia y a sus 91 años, a quedado como es lógico pensar por las enfermedades, sobre todo por la diabetes que le a dejado en la ceguera, trascurre su vida en la penuria económica. Casi no escucha, sin embargo mantiene una lucidez mental envidiable, de fácil conversación sus palabras fluyen con facilidad en un ambiente de nostalgia y grato recuerdos. La luz que no penetra en su vista, la refleja desde su corazón y con frecuencia durante la platica le vi sonreír en ocasiones de manera picaresca, me daba la impresión que como una película, los pasajes narrados se detenían en su mente y los disfrutaba. En algunos momentos me pareció advertir que de aquellos ojos tristes, opacos, sin movimiento, escurría alguna lágrima fortuita y traicionera, producto quizás de esas imágenes que Iván y venían en su cerebro sin detenerse, fijas en la distancia, y donde el tiempo parecía haberse detenido, al recordar datos y sucesos con toda claridad y precisión. La carencia y notable disminución de sus sentidos, me permitió captar mejor su mensaje, pues este venia directo de su noble corazón. Siendo un joven con mis padres, nos vimos en la necesidad de abandonar Ayotlan, en plena guerra cristera asentarnos en un inicio y por breve tiempo en la Rivera Jal. Para radicar después en Yurécuaro. Recuerda que en la década de los 30 y quizás tiempo atrás, la oficina de correos se ubicaba en la calle Independencia rumbo a la estación del ferrocarril y cerca de la casa de la familia de la maestra Aída Gil Salazar. En los 40`s mientras preparaba su servicio, esta oficina se encontraba en el local que hoy ocupa la nevaría de las palmeras, para después asentarse en la calle Guerrero casi esquina con Carpio, del lado de la Iglesia, para finalmente despachar en donde se encuentra en la actualidad, esto es, aun costado de telégrafos, oficina que colinda con el atrio de la Parroquia de La Purísima. Recuerda que entre otros, sus compañeros de trabajo eran: Trino Chávez (y después su hijo Héctor a quien la población apoda “EL QUENNEDY” ); Otón Villaseñor, Gabriel Salcedo, Guillermo Alcalá Márquez ( “ la loca”), Bernardo y Moisés Nápoles, Lupillo Carrillo Ramírez, Carlos Páez quien fue administrador y le apodaban el jarocho por su origen veracruzano; además Salvador Solorio y Jesús Arévalo y los hermanos Enrique y Salvador García quienes despachaban en la oficina de trasbordos de la estación. Se contaba también entre sus compañeros a Alfredo Samayoa. Contaba Don Jesús que Guillermo Alcalá era muy “llevativo” y con otros compañeros le jugaban bromas por su entrega y empeño al desempeñar su trabajo, pues se hacía cargo de las llaves de la oficina, para abrir muy temprano y en ocasiones se quedaba a “Velar” por las noches, pues se resguardaban valores de cierta cantidad entre otras cosas le decían que “El Correo le pertenecía, que incluso se lo podía llevar a su casa”, el solamente sonreía y no les hacia caso, todo se debía a la confianza que en él tenían sus superiores y al reconocimiento que la gente le manifestaba.Muchas fueron las anécdotas que me contó, mismas que por falta de espacio no incluyo, me deja una gran lección de dedicación, empeño y amor al trabajo, que me dejó manifiesto al mostrarme varios testimonios y reconocimientos por su labor.Sirva esta remembranza para patentizar un reconocimiento a Don Jesús León, a todos los ex carteros y a los actuales trabajadores de la oficina de Correos, a quienes Felicitamos por el “Día del Cartero” ¡Enhorabuena, a seguir dando ejemplo con su servicio eficiente a la comunidad!
REPORTAJE ESPECIAL DE ROBERTO BECERRA



Don Jesús León Patiño, es en la actualidad, en nuestra ciudad el decano de los carteros (juvilado), retirado del servicio en el año de 1980 y con 34 años como cartero, Don Chuche, como cariñosdamente le conocian los vesinos a quienes les entregaban dia a dia la correspondencia , nos conto que su ingreso al correo fue en 1946.

El primer timbre mexicano lleva la efigie de Don Miguel Hidalgo, cuyo valor iva desde el medio real hasta los ocho reales.

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