VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

sábado, 22 de noviembre de 2008

“El campo Yurecuarense, un fértil campo para el desarrollo económico” 3ª. Parte

“El campo Yurecuarense, un fértil campo para el desarrollo económico” 3ª. ParteEn todos los tonos se dice que “el capital humano” es el factor más importante en cualquier empresa o actividad económica.La producción agrícola no es la excepción; por ello, en éste oportunidad tocaremos algunos aspectos con la intervención de los trabajadores en cierta fase del cultivo de hortalizas en nuestra región.Es claro que los trabajos inician desde el momento en que se preparan las “charolas” que contienen la tierra previamente acondicionada, en donde se coloca la semilla que germinará en una planta la cual se comercializa entre los productores (en ocasiones ésta actividad es desarrollada por el mismo productor)Este espécimen es trasplantado en los campos de cultivo; y de ahí hasta el tiempo de cosecha, se lleva a cabo todo un proceso con la intervención de la mano del hombre a fin de mantener el crecimiento de la planta en las mejores condiciones, por lo que dependiendo de la optimización de éste etapa , se obtendrán menores resultados, sobre todo económicos, sobre todo al momento de la comercialización.Indudablemente que el factor humano resalta al momento de la cosecha, embarque y carga de los diversos tipos de trasporte, que llevarán el producto a distintos mercados sea éste local, nacional y lamentablemente en contadas ocasiones al internacional.Dado el impacto económico que la actividad representa para el ingreso de dinero a la región, haremos hincapié al periodo de mayor afluencia y participación de trabajadores, esto es en los meses de septiembre (finales) octubre, noviembre y diciembre espacio en el cual se comercializa y cosecha el producto.Los jornaleros agrícolas (términos usado por las instancia oficiales) emigran desde diversas localidades, tanto del estado como de otras entidades de la geografía nacional, muchos de ellos trabajadores itinerantes que una vez concluida la actividad en la región, se trasladan a Nayarit, de ahí a Sinaloa y luego a Sonora y B.C., después a zacatecas y de nuevo completan su ciclo en éstas tierras.Pero su presencia no solo representa un ángulo económico, desafortunadamente su aparición conlleva toda una problemática social y política que va desde servicios municipales, vivienda, educación, seguridad pública, asistencia para la salud, Etc., Etc.; hasta temas relacionados con el exceso en el consumo de bebidas alcohólicas y violencia en todas su manifestaciones.Por el momento veamos sólo el aspecto de trabajo y su economía.Hoy en día un trabajador del campo regularmente labora por una jornada de 7 a 8 Hrs. Dedicados a la cosecha en la parcela, por lo cual recibe un salario que oscila entre $ 130.00 y $ 150.00 pesos contra $55.00 que representa la remuneración de un salario mínimo.El asunto resulta complejo, por tratarse del manejo de productos perecederos, sujetos a mercaos dinámicos y cambiantes, tanto el trabajador como el productor se quejan; unos por el ingreso que no les alcanza y otros preocupados por que los costos se elevan de manera considerable.El juego de la oferta y la demanda el producto y la mano de obra se asemeja a un juego de azar, donde todos apuestan a ganar, aquel por un ingreso superior, y éste por disminuir gastos. El personal se concentra en sitios claves, lugares donde al amanecer confluyen trabajadores y contratistas sujetos al imperio del mejor postor (cuando hay trabajo) o en su caso, el aceptar un mínimo preestablecido con tal de laborar por ese día.Una vez realizado el corte del producto, se coloca en cajas (regularmente de plástico) mismas que son llevadas a los “Empaques”.
El “Empaque”, no es otra cosa que un espacio a cielo abierto, con techos improvisados en donde se selecciona la fruta por variedades calidades, siendo estas por su tamaño, para el caso del jitomate, de primera y segunda y tercera; y por su grado de madurez; rojo, ¾ de color y rayado.Parejas de trabajadores, reciben el producto y manualmente lo separan en cajas de carton o de madera (Huacales) según la clasificación descrita.Aquí el trabajo experto y calificado se premia con un mejor salario, denominado a destajo, es decir, a mayor cantidad de producto empacado mejor ingreso.Se labora por día y el sueldo oscila entre 350 y 500 pesos diarios y quizá un poco más.Puede observar a los trabajadores y sobre todo a las mujeres, que manejan el producto igual o mejor que un malabarista, prestidigitador, o ilusionista, con una rapidez de manos que envidiarían los “Crupiers” de los casinos en las Vegas.En el lugar conversé con Luís Miguel Rizo Vaca, dueño del empaque quien con lujo de detalles me guió por el proceso.Luís Miguel es un pequeño productor con una experiencia de 18 años en la actividad, quien no solo comercializa sus productos, tambien los produce.Su perfil se asemeja más a un apostador por los riesgos que debe sortear desde la adquisición de la semilla, hasta la venta de su producto.Solo, cual quijote contra el mundo, Luís Miguel me detalló todas las vicisitudes que tiene que enfrentar sobre todo las económicas, para según él obtener un “Peso mas”.Salarios, insumos y fletes en aumento forman parte del paquete informativo que bulle y fluye por su mente.Sumado lo anterior al pago del Seguro Social para el trabajador, le obligan a pasar tragos amargos a diario con niveles de ingreso para el de subsistencia o endeudamiento, ¡No hay de otra!Lamenta que en gran medida esto se da ante la ausencia de organización y unidad de los productores y, frente a los apoyos escasos e inadecuados del Sector Público.Incluso, se atreve a diagnosticar un negro panorama para la producción Hortícola en la región en el corto plazo, a causa de la falta de unidad y organización de los productores.Independientemente de lo anterior, Luis Miguel me dejó muy claro que tiene una arraigada vocación y amor al campo; experiencia y conocimiento en relación a los cultivos y, arrojo a prueba que debe caracterizar a todo emprendedor; donde el riesgo va de la mano con la satisfacción y el ingreso.¡Gracias por la hospitalidad y la confianza!

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