VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

domingo, 6 de febrero de 2011

¿CASETA DE VICILANCIA O CÁRCEL DEL AMOR?

Día: Viernes 28 de enero del 2011.
Hora: 22:25

Hechos: De pronto, con discreción y cierto sigilo salen de la caseta de policía ubicada al pie del Puente de Guadalupe una dama y detrás un elemento de la dirección de seguridad pública.

Un breve intercambio de palabras y tiernas miradas enmarcan el adiós.

Ella presurosa de dirige a la Ribera; El, luego de cerrar con llave el recinto, ufano con un sentimiento luego de la conquista, mismo que no le cabe en el pecho, guía sus pasos hacia la patrulla 1033, ubicada cerca del estacionamiento de proveedores de conocida tienda de autoservicio, toma el volante de la unidad y enfila rumbo al malecón.

Sin anticipar juicios, uno se pregunta:

-¿Si las casetas se encuentran vacías, sin elementos que resguarden el orden en la zona, y fuera de operación desde hace más de un año, ¿cómo es que un miembro de la corporación a esas horas entra al lugar utilizando la llave y acompañado de una persona ajena a la policía y del sexo opuesto?

-¡Acaso estarían preparando la cena de sus compañeros de turno, o simplemente tomó sus alimentos Pancho?

-¿En ese lugar y a esas horas, mientras su “pareja” soportaba de pie el frío en la caja de la camioneta, en tanto su compañero de labores hacía del invierno primavera y convertía un espacio público en nidito de amor?

Bueno sería que los mandos y superiores observaran más cuidado con los furtivos escapes de sus subordinados que en pisa y corre sacian sus apetitos carnales?

¿Ante una extenuante jornada de trabajo de 24 horas los elementos de la corporación entre sus prestaciones tienen derecho a lanzar una “canita al aire” o una visita conyugal lejos de la comandancia para no “contar dinero delante de los pobres”

Lo más seguro es que el oficial de turno se haya “hecho de la vista gorda” fungiendo como moderno Celestino.