LA BASURA 2ª Parte

Ruego por anticipado una disculpa, en el número anterior por las prisas y porque el espacio se me vino encima; o bien no supe conjugar los temas del río Lerma y los manantiales, con la situación mundial que imperaba en aquella época. Total, que ni a mí me gustó del todo como quedó el artículo.Por ello en esta ocasión incluiré algunos comentarios afines al asunto del agua en nuestro municipio y en el próximo número, si ustedes me lo permiten, abordaré lo relativo a la basura. Les adelanto que más de alguno se incomodará con lo que diré pero, ni modo; les recomiendo que primero se vean al espejo y se pregunten: ¿Acaso me equivoqué? En tanto, les recomiendo paciencia, prudencia y compresión, ya que desde el inicio de mis colaboraciones ofrecí respeto, pero con apego a la verdad ¿estamos?A principios de los 90's cuando escribí la carta a mi hija Mariana y al concluir el comentario sobre el Río Lerma, le decía con preocupación y enojo que aquel hermoso caudal que conocí de niño eran entonces “Charcos de agua pestilente” ¿Qué se imaginan ustedes acerca de lo que pienso hoy, si en días pasados al dejar a mis hijos en el Kinder ubicado atrás del Hospital, volteo la vista hacia La Ribera Jal. Y miro a cada 100m bajadas y bajadas con cientos de bolsas de basura? AH!, y a un ladito un arroyo con aguas de drenaje descargando en el lecho del río.¿Y que dijeron los ingenuos Yurécuarenses: no nos preocupa, es enfrente el problema, le corresponde a Jalisco la atención y resolución.No señores(as) por el costado del río en Yurécuaro el asunto es peor aún. Ahí les va:Hace aproximadamente 15 años, en el gobierno de Gildardo Bravo y con mucho menos recursos (presupuesto), se construyó la planta tratadora de aguas, con una atinada visión entonces, de enviar aguas tratadas que no dañaran al cuerpo de agua del río.Sin embargo, la planta está ahí convertida en un “Elefante Blanco”. Pasaron dos administraciones de José Barajas y la de Salvador Hernández, sin que se cobrase conciencia plena del daño prácticamente irreversible de la actitud despreocupadora de nosotros los humanos. La tecnología para el saneamiento del agua es muy costosa y llevará décadas o generaciones para convertirlas en amigables con nuestro entorno.

Y no es que su servidor tenga algo en contra de los citados Ayuntamientos ¡Que va! Su responsabilidad será con esta y las futuras generaciones. La Historia y no yo, será la que dictamine su veredicto. Y si no, desde ahorita le pregunto a la ciudadanía si de algo ha servido el puente amarillo que cruza las vías del ferrocarril en la estación. O si es más beneficio el nuevo Auditorio sin Actividad, o un verdadero compromiso con el agua, que es fuente de vida??? Insisto, no es asunto personal pero el Ayuntamiento encabezado por Juan Pimentel, le dio otro “Jaloncito” al proyecto de descargar aguas negras y pluviales sustentables al río, al conjugar esfuerzos con la Comisión Nacional del Agua ( CONAGUA) y la comisión de agua potable y alcantarillado del Estado (COMAPA), para construir el canal marginal cuyo trazo paralelo al río, captará las aguas residuales de la ciudad a fin de llevarlas a la planta de tratamiento. La obra del todo ambiciosa, no contó con los recursos suficientes para su culminación con obras complementarias en la planta que la pusieron en operación. Y tal como dijera Pancho Sixtos: “Hágase la voluntad de Dios en los bueyes de mi compadre”. Tal expresión se le escuchó al finado Pancho, cuando una tarde un amigo le preguntó, si acaso no le molestaba el polvo y ruido de la maquinaria, que en esos momentos derribaba el frente de las casas en la otra acera, con motivo de la ampliación de la entonces calle Xicotencatl, hoy 16 de Septiembre; y concluyó Don Pancho la conversación diciendo: “Al fin y al cabo mi propiedad aumentara de precio”.Lo anterior viene a colación porque La Administración Municipal que acaba de concluir prefirió construir un tramo de bulevar (Hermoso sí), mismo que se riega con abundante agua potable elevando costo, en lugar de concluir los trabajos para la operación de la planta.Para ser más claro, les diré que la legislación federal en vigor en materia de protección al medio ambiente, contempla fuertes sanciones para los Ayuntamientos Municipales cuya población rebase los treinta mil habitantes y que no tengan en operación plantas de tratamiento. Ya veremos, ya veremos, serán otros los que paguen los platos rotos, ¿Verdad que sí Don Pancho?.En el próximo numero sobre basura, trataré otro tema semejante, para que no vean que exagero. ¿Estamos?