VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

lunes, 25 de mayo de 2009

A mediados de la década de los 90´s, su servidor trabajaba en una escuela dirigida por religiosas y una de las de mayor prestigio

A mediados de la década de los 90´s, su servidor trabajaba en una escuela dirigida por religiosas y una de las de mayor prestigio en el norte de la CD. De México; su matricula escolar rebasaba con facilitadlas dos mil alumnas, abarcando todos los ciclos regulares de enseñanza; esto es: preescolar, primaria, secundaria, preparatoria y licenciatura en educación.Mi relación con la institución educativo inició en calidad de padre de familia, mi hija Gabriela en primero de secundaria y Mariana principiaba en preescolar.Posteriormente la superiora me hizo el favor de invitarme a colaborar en la preparatoria y a cargo de la biblioteca.Entiendo que no será fácil en unas líneas explicar, trasmitir y dejar en claro una idea con la cual presentar un panorama del como o porqué las alumnas no asimilaban del todo bien los conocimientos que ahí se les impartían.Es mas, la experiencia de convivir con mujeres adolescentes (incluida mi hija) que estudiaba en bachillerato fue aleccionador y enriquecedor, pues conocíamos de cerca las expectativas, frustraciones e incomprensión por las que atraviesan las jovencitas de esa edad. Poco, muy poco era lo que escapaba a nuestro conocimiento, dada la confianza que nos depositaban, incluyendo sus amores y desamores (empezando por los familiares). Puesto que en la biblioteca se encontraba la fotocopiadora de la escuela, no había documento que no pasara por mis manos, por mas confidencial que este fuera; calificaciones, boletas, oficios, circulares, documentos personales, etc. Requerían en un momento de una copia y su servidor tenia acceso a todo tipo de información. Y en virtud de que participaba en todas las reuniones de tipo académico,…. Todo sabía.El caso es que me preocupaba que al final, cuando las alumnas egresaban e intentaban ingresar a instituciones de enseñanza superior, para continuar con sus estudios de licenciatura ya fuera en universidades o institutos públicos o privados: a la hora de presentar exámenes de admisión la gran mayoría fracasaban estrepitosamente.Múltiples eran los factores que considero contribuían y mas difícil parecía entenderlos en las escuelas dirigidas por religiosas, donde impera el orden, la disciplina y la formación de valores.Tres elementos considero que eran fundamentales para vivir ese espejismo de excelencia académica.1.- quizás con el afán de presentar a los padres de familia una escuela de altas calificaciones, los maestros tenían instrucciones precisas para que la calificación mas baja (por menos aciertos que se tuvieran en los exámenes) fuese 4 (cuatro); es decir, si una alumna tenía un 60% de aciertos, se le acreditaba un 10 (diez). 2.- la falta de coordinación académica entre los distintos niveles escolares. Excepto preparatoria incorporada a la UNAM y programas impuestos por la universidad, los demás niveles obedecían a la incorporación y programas de la SEP (Secretaria de Educación Publica).Explicare: en secundaria, los maestros impartían matemáticas, física, o español (literatura) acorde a lineamientos de la SEP, al ingresar a preparatoria la metodología y el grado de avance de estos conocimientos y materias, correspondían a otra realidad; encadenados, desde luego, a las necesidades de las licenciaturas impartidas por la UNAM.3.- este aspecto, fundamental necesariamente es relacionado con problemas para leer; No saben leer, leer para aprender; es decir, aprender a aprender.Verán: al finalizar un ciclo, 76 alumnas presentaron examen de admisión a la UNAM, a la licenciatura, una prueba relativamente fácil, misma que con un 33% de aciertos se podía acreditar (nada comparado con las evaluaciones de licenciatura en escuelas de paga) y sorpréndase solamente 3 pasaron el examen que les daba derecho inscribirse en el siguiente nivel académico.Estando en la biblioteca tenia acceso a toda clase de lectura y disciplinas del conocimiento, y me llamaba la atención los textos relativos a la didáctica, pedagogía, metodologías para el aprendizaje, etc, etc,; pero los que mas me interesaban tenían que ver con técnicas para aprender a leer.Se queme van a creer, con toda mi “parafernalia” (estudios en el seminario de Zamora para el sacerdocio, os carreras universitarias y empleos de relevancia con niveles superior al gerencial, laborando en esta escuela me dí cuenta que no sabía leer.Les diré: leer para entender, comprender, razonar, analizar, discernir y, en fin, para aprender, no es tarea fácil; se requiere de asimilar y practicar una técnica, un procedimiento o metodología.Leí cualquier cantidad de textos relacionados con el rema, asistí ya “cuarentón” a cursos especializados en el aprendizaje de la lectura; pero lo que mas me fue de utilidad era un texto de Mortnrer Adler, autor de “Como aprender a leer”. En algún capitulo, Adler relataba que durante las sesiones que impartía a sus alumnos universitarios sobre la técnica para aprender a leer, les recomendaba que no bastaba pasar la vista por un texto, o leer u párrafo, tema o autor en una sola ocasión, esto no seria suficiente.Consideraba necesario leer y releer un tema, puesto que en cada ocasión encantaría otra dimensión del contenido y entendería lo que plasmo el autor y lo que no escribió, pero lo dio a entender.Quienes escribimos, no pretendemos uniformar criterios o que todo mundo de por hecho lo escrito, porque muy claro nos queda que en la “diversidad, esta la riqueza del ser humano”

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