VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

jueves, 20 de diciembre de 2007

Los sueños… sueños son

Tal como las golondrinas o las mariposas monarcas, que desde el norte del continente vienen en busca de un clima que les sea mas favorable, para reproducirse y preservar así la especie; los emigrantes, nuestros queridos paisanos, que algún día partieron rumbo al norte en busca del sueño americano, regresan, quizás no los mismos, pero año con año en diciembre y parte de enero los tenemos entre nosotros. Sentimientos encontrados; por un lado por la esperanza y la alegría de mirar de nuevo a la familia y amigos; por el otro, la tristeza y el recuerdo por aquellos que durante el periodo de ausencia, partieron, se adelantaron al viaje sin regreso.Tiempo atrás, siendo aun jóvenes, solteros unos, y por lo regular con poco tiempo de casados los otros; salieron hacia los Estados Unidos, dispuestos a todo, inclusive a dejar la vida, con tal de cumplir con el sueño de experimentar la “American Way of life” ¡Órale!.La ilusión no es otra, trabajar duro y en las peores condiciones la mayoría de las veces, con tal de ganar en dólares por hora, y salir así de la pobreza para ofrecer un mejor nivel de vida a la familia. De bien estar, mejor no hablamos porque es justamente lo que no existe, ya veremos más adelante porqué.Gustavo, el menor de una familia de 10 hermanos, de los cuales cuatro fueron mujeres, al igual que varios miles de michoacanos, con tristeza y dolor dejó padre y madre mismos que lamentablemente dejaron de existir durante el periodo de 20 años que duró su ausencia para abandonar su terruño sin otra idea en la mente que lograr cruzar la línea y en lo que fuera trabajar sin desmayo de sol a sol a fin de superarse.De los 6 hermanos hombres solo uno y por ser el único que con el esfuerzo de su padre y el sacrificio y limitaciones de su madre y hermanos, logró estudiar una carrera a nivel profesional, permaneció en el país; ah, también una de sus hermanas se encuentra radicando en la unión americana.Después de mucho insistirle, Gustavo aceptó compartir con nosotros parte muy importante de su vida y en una breve pero sustancial charla me decía: “terminaba yo la preparatoria cuando aconsejado por amigos, vecinos y familiares, tomé la determinación de irme para “el otro lado”, pensaba que el dinero se recogía con pala. Como si fuera ayer, recuerdo a mi madre que terminantemente se oponía a mi salida aún así, y con las ganas de mi corta edad correr la aventura, me fui de “Mojado”.El inicio no fue del todo mal, a mi llegada me esperaban 3 de mis hermanos que trabajaban en un campo de cultivo de chabacano, muy cerca del desierto en California; era un caserio aislado, recorríamos kilómetros para ir a la tienda. Vivíamos, si así se le puede llamar en unas galeras en donde se alineaban literas con colchonetas, pero era tan fuerte el calor que preferíamos dormir a campo abierto, a la intemperie.Por la comida no me preocupaba pues la esposa de uno de mis hermanos tenia autorización para preparar y vender alimentos al grupo de trabajadores; otro de ellos era el responsable de los que se encargaban del riego la huerta, así que yo siempre tenía trabajo y extra, a 3.35 dólares la hora en 1985, no estaba mal. Allá no es como aquí, llegas un minuto tarde por tres veces y te despiden; el trabajo lo tienes que hacer el la forma, tiempo y calidad que se te pide, de lo contrario, no sirves. Nunca hay que decir no se hacer tal o cual cosa, simplemente no te dan trabajo, ellos acostumbran a hacer trabajos de carpintería, plomería, o pintura en sus casas, no porque no tengan para pagar, simplemente acostumbraban hacer de todo y bien.Como siempre pensé en regresar a casa jamás me preocupé por adquirir una casa o terreno allá, tampoco por ahorrar, lo que mandaba a mis padres era para que ellos lo utilizaran en lo que ellos quisieran ¡que error! En Estados Unidos puedes comprar lo que quieras, siempre y cuando pagues el crédito, porque allá “pagas o pagas” no es que sea difícil acostumbrarse a su ritmo de vida, simplemente les gusta vivir en orden y respetan sus leyes, en dos ocasiones que tuve “problemas” con la justicia y me dieron los “Tickets” para cubrir la multa como daba un nombre falso o traía conmigo identificación de mi hermano, se me hizo fácil no comparecer y pagar, tiempo después, como a los dos años tramité mi licencia de conducir en los registros de la computadora apareció la infracción y a pagar. La otra falta la tuve como 10 años antes de solicitar la nacionalidad norteamericana y en los formatos que tienes que llenar te preguntan todo y si mientes, no te aceptan, buscaron y apareció que no había cubierto otra multa, ya me andaba con el juez por no haber cumplido con mis obligaciones, todo es muy rígido y recto. En cambio aquí todo se arregla con dinero y cada quien hace lo que quiere. CONTINUARÁ

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