VIENTOS DE CAMBIO EN CONCIERTO

domingo, 21 de diciembre de 2008

A LA IMPROVISACIÓN SÓLO SIGUEN LOS DESATINOS

“ A la improvisación sólo siguen los desatinos”José Ortega y Gaset (Filósofo y Escritor Español)El general Jaime Carrillo, en un tiempo propietario de la Ex Hacienda de la Buena Huerta, cuyo “Casco” aún se conserva a un costado de la vía del Ferrocarril, por la salida a La Piedad, fue en su tiempo un personaje notable y respetable en Yurécuaro.Perteneciente a la generación de militares postrevolucionarios, cuya participación en la política y conducción del País era amplia y notoria.Baste recordar, los gobiernos de Lázaro Cárdenas y Manuel Ávila Camacho para darnos una idea de lo anterior.En la época más brillante del General Carrillo, le ligó una profunda amistad con el General Cárdenas Del Río, a tal grado que en el pueblo se escuchaba decir que El General Carrillo había recibido La Hacienda de parte del General Cárdenas como reconocimiento y estímulo por los servicios prestados a la Nación.¡Vaya usted a saber!El caso es que dueño de la propiedad en cuyos terrenos se ubican actualmente las colonia “La Chiripa” y “El Guamúchil grande”, formaban parte de sus dominios.Año con año, el General Carrillo visitaba Yurécuaro para descansar en compañía de su familia y cuya cabeza más visible era el destacado Otorrinolaringólogo Dr. Jaime Carrillo Jr.Las visitas de la familia Carrillo se daban por el mes de julio y coincidían con los festejos de Santiago Apóstol, cuya celebración es precisamente el 25 de dicho mes.Como todo militar de alto rango de la época, el General era un consumado jinete y gustaba de cabalgar a lomo de briosos equinos.Precisamente, el día de “Santo Santiago”, en compañía de personalidades y amigos, organizaba unas “Carreras de caballos”, pero no vaya a creer usted que semejantes a las de hoy en día, ¡Claro que no! El escenario era un carril ubicado a la salida de la Hacienda, precisamente por el lado norte, inclusive ordenaba que se montaran graderíos de madera para la comunidad de los espectadores, y a cuyo centro se ubicaba una especie de palco de honor y a disfrutar de las competencias.No quiera ver usted otra cosa que una escena de las películas Mexicanas de esos tiempos.Estaba Yo chico aún, y con mis hermanos acompañábamos a mi Padre a las carreras, pues como el General, y su familia y amistades tomaban sus alimentos en una lonchería que “Betillo Becerra” tenía en el centro, el General Carrillo le daba muestras de afecto y amistad al invitarlo.Entre otras competencias, había una donde los jinetes arrancaban a todo galope desde el fondo del carril y al pasar frente al palco de honor, intentar y en ocasiones tomar por la cabeza a unos gallos que se encontraban enterrados hasta el pescuezo, saliendo únicamente su cabeza.En una siguiente suerte, los caballistas a toda velocidad salían del arrancadero para intentar ensartar con la “Vara” unas argollas de unos 10 cm. De diámetro colocadas en un “hilillo” de lado a lado del carril con un altura por encima de sus cabezas ¡ todo un espectáculo! Bien, durante sus visitas y en algunas ocasiones, el general gustaba de hacerse acompañar por un “borrachín” del pueblo a quien solo se le conocía como “portillo” .Dicharachero, juguetón y cuenta-chistes, portillo con sus ocurrencias hacia a menos y pasajeros los tiempos libres del general.Alguna vez le escuche contar a mi padre la siguiente anécdota: A bordo de su lujoso auto, el general recogió a Portillo del centro del pueblo para que lo acompañara a la hacienda y así platicar un rato con el.Al llegar al casco (casa principal) de la hacienda, el general baja por un momento del auto y portillo permanece a bordo (del lada del acompañante).En determinado momento, un soldado de la escolta quien le acompañaba, advierte que un extraño se encontraba sentado en el auto del general, se dirige a el y tajante le señala: ¿quien es usted, y que hace en el auto de mi general?Sin titubear, Portillo le contesta: ¡imagine usted quien seré yo, si de chofer traigo a un general! En ese momento aparece el general y le dice al militar que ese hombre (desgarbado y mal vestido) era su amigo y en ese momento le acompañaba.¿y bien, a que viene la anécdota Beto Becerra? - casi nada, durante el pasado informe de gobierno del C. Presidente Municipal Martín Jaime Pérez Gómez, los errores y omisiones de los Generales, oficiales y tropa de su “regimiento” fueron frecuentes y garrafales .Con decirles que no hubo quien reconociera y acompañara a su lugar al Presidente Municipal de Numarán ante el enojo y contrariedad del Munícipe local quien hacia notorias señas a un funcionario el cual sentado y a sus espaldas tenia al invitado de honor sin percatarse de su presencia.La oradora oficial, con errores de primaria, omitió en su presentación dar la bienvenida a expresidentes, medios de comunicación, y al mismo Dip. local por su partido, El Lic. Eduardo Villaseñor; en general se expresa bien y con facilidad y trabajo puede superar sus omisiones.Sobre el espectáculo inicial, el Ballet Folklórico Yurécuaro derrochando energía, su calidad es indiscutible.Es de lamentar que las dos niñas que como “gente grande” interpretaran hermosas melodías, no hayan contado con al menos unos trajes a la altura de su calidad interpretativa, sobre todo en medio del lujo con que se montó el escenario.El Presidente Municipal dio muestras de su sensibilidad y visión política al felicitarlas de manera efusiva.Merecen la atención y el apoyo de las autoridades a fin de proporcionarles una beca para estudiar en algún conservatorio (Zamora) y puedan desarrollar un talento innato.El “Prietito en el arroz” Lo presentó “El Tío incomodo” que con su “Chisquete de voz” como el mismo se autocalificó, lanzara un exabrupto para etiquetar a ¿Quiénes? De “Chaqueteros”.La reacción no se hizo esperar, mis compañeros de mesa originarios de una de nuestras comunidades de inmediato manifestaron su contrariedad.¡Vaya pues con este señor!¿En el espacio mas plural donde se respiraba la democracia con invitados especiales con esas expresiones?Allá el y sus amigos, los priistas de siempre.Por lo que se refiere al trato y atención al gobierno interino encabezado por Sergio Alcalá Herrera, mejor ni hablar, si no es por un pequeño párrafo intrascendente, hubiera pasado desapercibido.Obra pública, Bien que la hizo, y lo más importante, mantuvo la seguridad, el orden y la paz social, durante el periodo del Interinato.Al menos se le hubiera invitado al presidium, si había un representante del gobernador ¿Por qué a el no, si el informe se rindió por un año?.El secretario Víctor Villanueva Hernández, sumamente nervioso, perdió el control ante el desconcierto y contrariedad del presidente Pérez Gómez.En su intervención el C. Presidente Municipal Jaime Pérez, se mostró nervioso, carente de emotividad, con tropiezos notables “leyó mal y de corridito”.Por favor, seamos consientes, apenas inicia, hay que darle el “beneficio de la duda”.Por supuesto que existieron aciertos en el contenido del informe, pero eso si, mal redactado y peor presentado.Del Regidor David Nápoles, es de rescatar sus señalamientos sobre asignaturas pendientes, bien vale la pena un examen de conciencia, un mea culpa. Acerca de los señalamientos sobre seguridad publica sus razones tendrá.En síntesis, un informe con mucho ruido y pocas nueces.

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