A finales de 1967 una veintena de compañeros partimos a la Ciudad de México para continuar con nuestros servicios en el nivel medio superior, casi todos a la vocacional No. 2 del Instituto Tecnológico Nacional. Hasta antes de 1968, el sistema del Politécnico comprendía tres niveles escolares esto es: prevocacionales que correspondía a los estudios de secundaria; vocacionales equivalentes al bachillerato; y, el nivel superior, o sea, las licenciaturas. Después del movimiento estudiantil del 68, el Gobierno Federal desincorporó del Poli a los prevos, a fin de restarle fuerza política y numérica a las organizaciones estudiantiles. Las escuelas vocacionales comprendía tres disciplinas de formación académica? Las físico matemáticas.? Económico administrativas y sociales? Médico biológicas.
De ahí que desde el nivel medio superior (para los que llevábamos estudios de secundaria) debía elegir uno el área de estudio de acuerdo a la vocación y aspiración personal. Pero salvo contadas excepciones, la mayoría “optábamos” por el área físico matemáticas y concretamente nos inscribíamos en la vocacional 2, pues no nos quedaba otra si queríamos continuar con nuestros estudios, y la carrera que nos esperaba después des esa etapa era Ingeniería o Ingeniería. ¿ y porqué a la voca 2 y concluir los estudios de Ingeniería? Muy sencillo, recordemos que las prevocacionales pertenecía al politécnico y los acuerdos de éste nivel (secundaria) tenían una sólida formación en matemáticas, física y quántica, amén de que contaban con “pase automático”; de tal suerte que el examen de admisión era muy difícil de aprobar para nosotros egresados de secundaria, pocas vacantes quedaban a los aspirantes de todo el país. En la voca 2 ya había compañeros de Yurécuaro cursando sus estudios, lo cual nos facilitaba la vinculación y uno de ellos era Arturo Rodríguez Gómez (Q.E.P.D.) desde esa época, Arturo era líder estudiantil de la vocacional 2 y tenía una cartera en la organización estudiantil y gozaba del aprecio y apoyo del entonces secretario general de dicha organización. Por ello cumplíamos con el trámite de gestionar con muchos problemas la obtención de una “ficha” para el examen de admisión, pero lo aprobáramos o no teníamos los de Yurécuaro nuestro lugar asegurado, solo era cosa de esperar el inicio de curso par tener nuestro grupo asignado y a estudiar. En ese crisol de liderazgo y desde luego por la disciplina que implica el fútbol americano que practico Arturo en varios equipos del politécnico durante su vida de estudiante, fue que seguramente se hizo del temple que le llevaría a abrazar con pasión y entrega la política. Conocedor profundo de la legislación electoral; conocía a detalle los caminos y atajos de los partidos políticos y de su quehacer; culto y preparado; inflexible en las contiendas electorales; simplemente no le gustaba perder. Soldado, fiel seguidor y militante distinguido del Revolucionarios Institucional. Participante activo en todos los comicios, iba a todas y con quien fuera candidato de su partido. No tenía enemigos políticos, los consideraba sus adversarios, pero era implacable en el debate, le gustaba ganar “por las buenas o por las malas”, quiero decir, con la ley en la mano o con los artificios y resquicios de la misma. El próximo proceso electoral extraordinario no será el mismo sin la apasionada entrega (como dijera Pepe Alameda refiriéndose a los buenos toreros) de Arturo Rodríguez Gómez. Nuestro mas sentido pésame al Partido Revolucionario Institucional; las más sinceras condolencias para su afligida esposa, hijos, hermanos y demás familiares. Para Arturo, rogamos a Dios por su eterno descanso, deja en quienes le conocimos de cerca profunda huella con su ejemplo de lucha, perseverancia, tenacidad, conocimientos y experiencia.¡DESCANSE EN PAZ!
De ahí que desde el nivel medio superior (para los que llevábamos estudios de secundaria) debía elegir uno el área de estudio de acuerdo a la vocación y aspiración personal. Pero salvo contadas excepciones, la mayoría “optábamos” por el área físico matemáticas y concretamente nos inscribíamos en la vocacional 2, pues no nos quedaba otra si queríamos continuar con nuestros estudios, y la carrera que nos esperaba después des esa etapa era Ingeniería o Ingeniería. ¿ y porqué a la voca 2 y concluir los estudios de Ingeniería? Muy sencillo, recordemos que las prevocacionales pertenecía al politécnico y los acuerdos de éste nivel (secundaria) tenían una sólida formación en matemáticas, física y quántica, amén de que contaban con “pase automático”; de tal suerte que el examen de admisión era muy difícil de aprobar para nosotros egresados de secundaria, pocas vacantes quedaban a los aspirantes de todo el país. En la voca 2 ya había compañeros de Yurécuaro cursando sus estudios, lo cual nos facilitaba la vinculación y uno de ellos era Arturo Rodríguez Gómez (Q.E.P.D.) desde esa época, Arturo era líder estudiantil de la vocacional 2 y tenía una cartera en la organización estudiantil y gozaba del aprecio y apoyo del entonces secretario general de dicha organización. Por ello cumplíamos con el trámite de gestionar con muchos problemas la obtención de una “ficha” para el examen de admisión, pero lo aprobáramos o no teníamos los de Yurécuaro nuestro lugar asegurado, solo era cosa de esperar el inicio de curso par tener nuestro grupo asignado y a estudiar. En ese crisol de liderazgo y desde luego por la disciplina que implica el fútbol americano que practico Arturo en varios equipos del politécnico durante su vida de estudiante, fue que seguramente se hizo del temple que le llevaría a abrazar con pasión y entrega la política. Conocedor profundo de la legislación electoral; conocía a detalle los caminos y atajos de los partidos políticos y de su quehacer; culto y preparado; inflexible en las contiendas electorales; simplemente no le gustaba perder. Soldado, fiel seguidor y militante distinguido del Revolucionarios Institucional. Participante activo en todos los comicios, iba a todas y con quien fuera candidato de su partido. No tenía enemigos políticos, los consideraba sus adversarios, pero era implacable en el debate, le gustaba ganar “por las buenas o por las malas”, quiero decir, con la ley en la mano o con los artificios y resquicios de la misma. El próximo proceso electoral extraordinario no será el mismo sin la apasionada entrega (como dijera Pepe Alameda refiriéndose a los buenos toreros) de Arturo Rodríguez Gómez. Nuestro mas sentido pésame al Partido Revolucionario Institucional; las más sinceras condolencias para su afligida esposa, hijos, hermanos y demás familiares. Para Arturo, rogamos a Dios por su eterno descanso, deja en quienes le conocimos de cerca profunda huella con su ejemplo de lucha, perseverancia, tenacidad, conocimientos y experiencia.¡DESCANSE EN PAZ!
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